Le estaba dando muchas vueltas a cómo empezar este primer post.

Lo habitual es hacer una especie de declaración de intenciones. Sin embargo, creo que nada mejor que meternos directamente en el “fregao” para saber por qué estamos aquí.

Estamos aquí porque las magufadas existen. Por el “a mi me funciona”. Por los creyentes en los placebos. Por los creacionistas y diseñadores inteligentes. Y sobre todo, y ante todo, por las religiones de todo pelaje y condición.

Ahora saldrá, seguro, el típico meapilas “¿Pero por qué hablan de una religión en la que no creen? ¿No pueden dejarnos en paz?

La respuesta es NO.

Os dejaremos en paz el día que vosotros hagáis lo mismo con nosotros. El día que no tratéis de imponer vuestra moral a la humanidad, una moral - dicho sea de paso – basada en la interpretación falsa e interesada que una institución inmoral y corrupta hace de un libro escrito por pastores de cabras hace miles de años.
Y si os molesta veros frente a vuestras incongruencias … pues asumidlas.

Que mi adorado monstruo del espagueti volador os proteja con sus bendiciones.